El robot que escribe libros (o el fin de la literatura)

robo-writer.jpg¿Puede un robot escribir libros? ¿Es capaz una máquina de crear una novela?

Cuesta mucho imaginar que la inteligencia artificial llegue a adquirir las cualidades humanas necesarias para alcanzar este logro, pero un inquietante experimento llevado a cabo por científicos japoneses en 2016 parecía abrir las puertas a esta posibilidad.

Un grupo de investigadores de la Universidad de Hakodate creó una serie de algoritmos pensados para escribir una obra literaria de ficción. Se introdujeron en el programa palabras, frases y las características básicas de los personajes. La computadora hizo el resto. El resultado es una novela llamada El día que un ordenador escribe una novela, que incluso llegó a quedar finalista en un concurso literario del país del sol naciente, el Nikkei Hoshi Shinichi.

robot que escribe libros

Antes de los japoneses ya se habían llevado a cabo intentos como el protagonizado por  Alexander Prokopovich, que usó un programa desarrollado por informáticos y filólogos para escribir una versión reducida de Ana Karenina de Tolstoi, escrita con el estilo de Haruki Murakami (probablemente no era la mejor elección si se trataba de crear un relato entretenido). Se consiguió, pero la calidad literaria del monstruo fue objeto de todo tipo de burlas.  Los amantes de la literatura podían estar tranquilos.

Pero el avance de los japoneses en este empeño en tan pocos años es turbador. Si cualquier máquina sin alma puede crear obras literarias de calidad y perfectamente indistinguibles de las «humanas», ¿no estamos ante el fin de la literatura?

Podría ser peor aún. No es sólo el fin de la literatura, sino el de la propia Humanidad. ¿Exagerado? No lo parece tanto cuando leemos la última frase de El día que un ordenador escribe una novela, que podría haber firmado el mismísimo Isaac Asimov:

«El día que un ordenador escribió una novela. El ordenador, dando prioridad a su propio placer, dejó de trabajar para los humanos».

El Deep Blue de la literatura

¿Se repetirá la historia de Deep Blue y Garry Kasparov? En 1997 nadie creía que un ordenador pudiera derrotar a la maquinaria mental y matemática del mejor jugador de ajedrez del mundo. Pronto hubo que rendirse ante la evidencia.

Kasparov-vs-Deep-Blue
El histórico match Kasparov-Deep Blue de 1997.

Deep Blue, la súper-máquina construida por IBM, era capaz de calcular más rápido que cualquier persona. En realidad el método usado era la «fuerza bruta», es decir, calculaba todas las posibilidades de movimientos y sus probabilidades con una profundidad y velocidad mucho mayores que el cerebro del Homo Sapiens. Mucho se dijo y se escribió después de aquel match en el que el ajedrecista ruso cargó sobre sus espaldas la responsabilidad (bien remunerada, eso sí) de representar a toda la especie humana. Y aunque la polémica persiste aún hoy, más de veinte años después, no queda más remedio que admitir que la máquina venció claramente.

Ya sé que el ajedrez es mucho más que sólo matemáticas, pero el cálculo es uno de sus aspectos básicos y en ese campo no hay nada que hacer ante los ordenadores. Dicho de otro modo: la derrota de Kasparov, la derrota del los humanos, era aceptable.

Muy diferente es la cuestión de la creación literaria. Y es que hace falta algo más que mucha memoria y mucha capacidad de cálculo para escribir algo que nos entretenga, nos emocione y nos haga pensar (que es lo que básicamente uno espera obtener de la lectura de una novela). Si el invento de los japoneses puede hacer todo esto, significa que tal vez ya se ha cruzado la línea. Terminator ad portas.

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11 comentarios en “El robot que escribe libros (o el fin de la literatura)

  1. ¡¡Nos tapó el agua!! ¡Mujeres y niños primero! Los ancianos a los botes de atrás. ¡¡Salten todos!! Que el barco de la cultura se hunde. ¡Ha muerto el arte! ¡Viva el arte! Ahí tienen escritores del montón, lo han logrado por no saltar el malecón. Los lectores que se pudran. Los imberbes apenas notarán la vital diferencia. Con los lectores digitales apenas comenzaba la new age, y ahora… ¿y ahora? Que no se corte la luz porque somos boleta

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      1. jaja no!! desde ya que no. Pero no podemos dejar de estar atentos a lo que pasa en el universo literario, tanto de autores como de lectores.
        Un abrazo Daniel!

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  2. Muy interesante, después de leer tu artículo y recordar una reciente noticia sobre dos robots AI (Artificial Intelligence) que entablaron una conversación en inglés y durante el proceso empezaron a crear sus propias palabras las cuales solo ellos entendían no queda más que darle la razón a Elon Musk en cuanto a sus profeticas palabras sobre estos robots. La gente entró en pánico y abortaron el experimento.

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