Aventuras, terror sobrenatural y un pequeño toque de nostalgia son los ingredientes principales que conforman la novela Cacatúa (2021), del autor valenciano Àlvar Garcia i Gil. Un relato realmente original publicado por Editorial Letra Minúscula que divierte, pone los pelos de punta y finalmente, nos obliga a pensar mucho.

Miré los comentarios en Amazon después de leerla (nunca lo hago antes para evitar prejuicios) y me alegró coincidir con otros lectores a los que la lectura de Cacatúa les había evocado la película The Goonies. Sin duda, mucho del espíritu de este film se puede hallar también en esta novela. Me refiero a aspectos como el valor de la amistad, la curiosidad infantil, la fascinación de explorar y descubrir… Y la existencia de monstruos.

Porque «Cacatúa» es un monstruo. Un ser imposible nacido de la imaginación de unos chavales y que inexplicablemente resulta ser real.

La acción transcurre en Alberic, un pueblo de Valencia, en el año 1978, y los protagonistas son un grupo de niños. Me refiero a niños de los de antes, de los que jugaban en la calle y para quienes todo era una aventura, un juego, un desafío. Los hermanos Víctor y Álex (quien narra la historia en primera persona), junto a sus amigos Eli, Braulio y el pequeño primo Héctor, irán al encuentro de lo desconocido. Es un proyecto secreto, un plan que se teje clandestinamente, a espaldas de los adultos. El pozo de la Casa de Baix se convertirá de este modo en la entrada a un inframundo lleno de sorpresas y peligros.

Intuyo que hay cierta carga autobiográfica en las páginas de Cacatúa. Yo mismo, aunque soy algo más joven que los protagonistas, me he visto identificado con esos niños que jugaban en la calle y que crecieron en un entorno donde todas las necesidades estaban cubiertas, pero en el que no había lujos. También compré chucherías y cromos con pesetas y duros en los que aparecía «la cara regordeta de Franco», que en los años 80 seguían siendo de curso legal.

El libro experimenta una llamativa evolución a medida que la historia avanza. La novela juvenil de aventuras, con un encantador punto de inocencia, se transforma en una espeluznante historia de terror para desembocar finalmente en un texto de profundo contenido filosófico. Todo eso encierra Cacatúa, una novela que sin duda se sale de los caminos trillados.

Me pareció que la parte inicial de la novela estaba un tanto sobrecargada de diálogos superfluos y que la acción se desarrollaba a un ritmo demasiado lento. Sin embargo, la narración va «cogiendo velocidad» poco a poco, arrastrando el interés del lector para acabar golpeándole con una serie de giros sorprendentes e impactantes.

También me han encantado esas pausas en las que el narrador, al más puro estilo Lovecraft, intenta convencernos de que todo cuanto se explica en esta historia es real. Una realidad inasumible y perturbadora:

«Advierto una vez más, y será la última, de que no a todo el mundo le resultará fácil convivir con las tremendas revelaciones que aquí plasmaré y os recuerdo, para mi tranquilidad y la vuestra, que para afrontarlas, siempre dispondréis del recurso de la incredulidad».

Creo que no podría dar más detalles sobre esta novela sin destriparla. Así que animo a los visitantes de este blog a leer Cacatúa y descubrir por ellos mismos todo lo que esconde este apasionante relato, especialmente en su parte final. Puedes descargar el libro en este enlace:

CACATÚA, Àlvar Garcia i Gil