
Hacen falta muchas cosas para ser escritor: vocación, formación, talento, disciplina, creatividad… La lista de requisitos interminable. También es necesario (yo diría que imprescindible) ser un buen lector. Sin embargo, no existe ninguna carrera universitaria que otorgue a quien la cursa el «título» de escritor o escritora.
Existen estudios superiores de obligado cumplimiento para quien quiere ser médico, arquitecto, abogado o profesor de secundaria. Pero para ser escritor, no. Para llegar a ostentar tal condición, por obvio que parezca, lo único que hay que hacer es escribir. Escribir te convierte en escritor. Eso es todo.
Ojo, que no se trata simplemente de escribir, sino de escribir bien como medio a través del cual conectar con el intelecto y el corazón de los lectores. Eso es algo que parece sencillo, pero que en realidad es muy complicado. Quien lo ha intentado lo sabe bien.
Volviendo al tema: si bien es cierto que no existe una carrera reglada para «hacerse» escritor, hay diversas áreas de estudio y habilidades que nos pueden ayudar a perfeccionar la técnica, mejorar la comprensión del lenguaje y enriquecer la creatividad, entre otras cosas. Muchas veces, el hecho de obtener títulos universitarios registrados y verificables supone un paso importante para lograr este objetivo. Precisamente a eso dedicamos esta entrada: a explorar los caminos académicos para alcanzar la meta de convertirse en un escritor exitoso:
Literatura y filología

Bueno, se diría que este es una especie de «camino natural» para ser escritor. Estas disciplinas nos permiten descubrir las principales corrientes literarias, analizar obras clásicas y contemporáneas y entender cómo se estructura una buena historia. Algunos de los beneficios de estas carreras para los que aspiran a ser escritores son estas:
- Desarrollar una sensibilidad crítica hacia la escritura.
- Aprender a analizar textos literarios y entender sus mecanismos.
- Conocer diferentes estilos, géneros y autores.
- Ampliar el vocabulario y mejorar la expresión escrita.
Periodismo

Son muchos los periodistas que acaban escribiendo libros, aunque no siempre sean obras de calidad. Al fin y al cabo, esta profesión consiste en transmitir informaciones e ideas (el asunto de la objetividad lo dejaremos para otro día). En todo caso, lo que se aprende tiene un valor importante para los futuros escritores:
- Desarrollar una escritura concisa y efectiva.
- Adquirir habilidades y recursos para investigar y documentarse.
- Cultivar diferentes estilos de escritura.
Filosofía y Humanidades

Carreras como Filosofía, Historia o Derecho confieren a los escritores una base sólida de cultura y conocimiento para la reflexión y la creación de contenido profundo y significativo. Sobre todo cuando se trata de abordar ciertos géneros. Estas son algunas de las ventajas:
- Desarrollo del pensamiento crítico.
- Ampliación del conocimiento sobre teorías del lenguaje y la narrativa.
- Exploración de temas existenciales y sociales.
- Influencia de la tradición filosófica en la literatura.
Psicología

La Psicología puede ser una herramienta valiosa para cualquier escritor, ya que permite entender mejor la conducta humana, las emociones y la construcción de personajes complejos y realistas. Me atrevería a decir que esta disciplina está presente en todas las novelas que se han escrito desde el principio de los tiempos. Los estudios de psicología ofrecen innumerables recursos:
- Mayor comprensión de las motivaciones y conflictos internos de los personajes.
- Creación de narrativas psicológicamente más verosímiles.
- Conocimiento sobre técnicas de persuasión y comunicación.
- Aplicación de teorías del comportamiento en la narrativa.
Ciencias

¿Qué sería de la ciencia ficción sin escritores que hayan estudiado alguna rama científica? Estos estudios son casi imprescindibles para quienes tienen como objetivo la creación de contenidos rigurosos, independientemente del grado de fantasía que deseen añadir a sus obras. Las ventajas del estudio de las ciencias en la carrera de un escritor son muchas y muy interesantes:
- Desarrollo del pensamiento analítico.
- Conocimiento profundo sobre temas específicos.
- Capacidad para escribir sobre ciencia de manera accesible.
- Creación de historias de ciencia ficción bien fundamentadas.
Cine

Literatura y cine son dos artes que están unidos por estrechos vínculos. Un estudiante de cine que haya dado sus primeros pasos en la elaboración de guiones es ya un escritor en potencia. Desde el mundo de la pantalla se aprende mucho de lo que es necesario para enriquecer la forma de contar historias, estructurar tramas y desarrollar personajes de manera visual y efectiva. Por ejemplo:
- Aprendizaje de la estructura narrativa audiovisual.
- Desarrollo del diálogo y la acción en las historias.
- Comprensión del ritmo y la tensión dramática.
Esta lista de estudios universitarios «para ser escritor» son solo una referencia. En realidad, hay muchos casos de autores famosos, no ya sin estudios superiores, sino que ni siquiera terminaron la escuela. La demostración de que no hay barreras para el talento y la ilusión. A fin de cuentas, la mejor escuela para un escritor es la práctica y la pasión por contar historias.
Sea cual sea el camino elegido, hay que perseverar. Como dijo el mismísimo Ernest Hemingway: «Todos somos aprendices en un oficio en el que nunca se llega a ser un maestro».