LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS, Paolo Giordano

817z3aexnylNo, no se trata de un libro de matemáticas, sino de una novela, por mucho que La soledad de los números primos (2008), de Paolo Giordano, recurra al mundo de las ciencias exactas para extraer una acertada metáfora que define la vida de los protagonistas de esta historia.

Con su opera prima, en la cual Giordano nos cuenta la historia de Mattia y Alice, el autor turinés logró un notable éxito de ventas en Italia y se llevó el Premio Strega, el máximo galardón de las letras italianas.

Después de leer el libro decir que todo esto tal vez sea excesivo. Parece que allá, como en España, en esto de los premios manda el marketing por encima de la calidad literaria. Y no es que La soledad de los números primos sea una mala novela, pero tampoco es para tanto.

Mattia y Alice

La trama se teje en torno a dos personajes marcados por sus respectivas tragedias durante la infancia: Alice queda coja de por vida tras un accidente de esquí, mientras que Mattia abandona en un parque a su hermana gemela Michela, que padece alguna clase de retraso mental. La niña desaparece sin dejar rastro dejando una herida abierta en la familia para siempre.

Durante la adolescencia se revelan los traumas de ambos, Mattia y Alice, de formas distintas. Él, encerrado en sí mismo, ausente y con episodios de autolesiones; ella, cayendo poco a poco en las garras invisibles de la anorexia. Por fin ambos se encontrarán en el colegio e iniciarán una extraña relación.

«Estaban unidos por un hilo invisible, oculto entre mil cosas de poca importancia, que sólo podía existir entre dos personas como ellos: dos soledades que se reconocían.»

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Fotograma de La soledad de los números primos (2010), adaptación cinematográfica de Saverio Costanzo.

Los números primos «gemelos»

Empecemos por lo positivo: la historia se cuenta de forma sencilla (en algunos momentos «demasiado» sencilla), sin recurrir a un lenguaje muy complicado, narrada con agilidad. Esto permite que uno pueda leerla en un par de sentadas.

El otro gran acierto de la novela es la metáfora de los números primos «gemelos», explicada así:

«En una clase de primer curso Mattia había estudiado que entre los números primos hay algunos aún más especiales. Los matemáticos los llaman números primos gemelos: son parejas de números primos que están juntos, o mejor dicho, casi juntos, pues entre ellos media siempre un número par que los impide tocarse de verdad. Números como el 11 y el 13, el 17 y el 19, o el 41 y el 43. Mattia pensaba que Alice y él eran así, dos primos gemelos, solos y perdidos, juntos pero no lo bastante para tocarse de verdad.»

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Mattia, eternamente atormentado y torpe para las relaciones humanas, posee en cambio una mente privilegiada que percibe el mundo y la realidad a través de las matemáticas. Sin duda es el personaje más atractivo y complejo:

“Son números solitarios, sospechosos y por eso encantaban a Mattia, que unas veces pensaba que en esa serie figuraban por error, como perlas ensartadas en un collar, y otras veces que también ellos querrían ser como los demás, números normales y corrientes, y que por alguna razón no podían”

La idea de la novela es original, pero su desarrollo tiene algunas cosas que no acaban de resultar. Los personajes que al principio conmueven acaban aburriendo, son egoístas y autocompasivos. La empatía que despiertan en los primeros capítulos acaba diluyéndose como un azucarillo.

Tal vez esa fuera la intención de Giordano: crear una historia perturbadora, una realidad incómoda de mirar. Y esta desde luego lo es. En definitiva, una lectura interesante, pero tampoco la obra maestra que se proclama en ciertos blogs literarios.

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5 comentarios en “LA SOLEDAD DE LOS NÚMEROS PRIMOS, Paolo Giordano

  1. En la edición de la Editorial Salamandra, colección narrativa, sorprende que el número de las páginas del inicio de los 7 (n. primo) capítulos sean primos, exceptuando el quinto (n. primo), que lo hace en la página 121 (n. primo). El número total de secciones del libro numeradas por el autor es 47 (n. primo). Cuando el protagonista se presenta en el despacho de un doctor universitario con una propuesta muy concreta, que va de números primos, los hechos se narran en la página 127 (n. primo)… no sé si en algún lugar de este ciberespacio se ha hablado de la posible intencionalidad del autor en todo ésto, pero no me negaréis que tiene su qué. Por cierto, el número de personas a las que Paolo Giordano se dirige en su agradecimiento final es 11. Se agradecen comentarios al respecto. 😉

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    1. Me he quedado asombrado con tu comentario. Ni se me había ocurrido que el autor hubiera incluido un guiño de este tipo en su obra. La verdad es que yo lo leí en la versión digital, con lo que es imposible reparar en esos detalles. En cualquier caso, insisto, me parece asombroso. Muchas gracias por tu apunte.

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