El día que publiqué la entrada de Dictadores que soñaron con ser escritores no me atreví a incluir a Napoleón, pues me parecía injusto reducir su inmensa figura a la de una sola etiqueta. Puede que el pequeño corso fuera un tirano, pero también fue muchas más cosas, entre ellas el más grande genio militar de la historia y, aunque mucha gente lo ignora, un escritor fracasado.
Cuesta creer que el hiperactivo y entregado Bonaparte tuviera tiempo libre para dedicarse a escribir. Al menos antes de acabar desterrado y prisionero, primero en Elba y después en la isla de Santa Helena, uno de los rincones más remotos del mundo.
Sucede que el género cultivado por Napoleón no era la novela o el ensayo, sino el género epistolar. Durante su vida, escribió cerca de 42.000 cartas, que fueron publicadas en su día en su totalidad en una serie de quince volúmenes. Existe, eso sí, una excepción: una novela romántica titulada Clisson et Eugénie.
Clisson et Eugénie
Napoleón, el maestro de la guerra, nos muestra en esta obra su parte más sensible, contando la historia de un oficial del ejército francés de nombre Clisson que se retira a tomar las aguas en un balneario en el centro de Francia. Es allí donde conoce a Eugénie, una joven que le roba el corazón.
La relación se consolida: hay boda y no tardan en llegar los hijos. Pero un día Clisson es llamado de nuevo a filas, pues ha estallado la guerra y su deber es defender la patria. La mala suerte quiere que el oficial resulte herido en una batalla. Clisson escribe una carta para su esposa, que es llevada por su compañero Berville, un tipo sin escrúpulos que se aprovecha de la situación para seducir a la dama.
Los historiadores afirman que se trata de una novela autobiográfica, pues los puntos en común entre Clisson y Bonaparte son tan numerosos como evidentes. Clisson es el alter ego del propio Napoleón, mientras que Eugénie lo es de Bernardine Eugénie Désirée Clary, con la que el joven Bonaparte vivió un romance entre 1794 y 1795, mucho antes de convertirse en emperador de Francia y dueño de Europa.
La historia de amor se truncó al estilo de Romeo y Julieta, con ambas familias oponiéndose al enlace. Tal vez para mitigar el dolor de la pérdida, Napoleón se lanzó a escribir su novela, que permaneció en el más absoluto secreto hasta el día de su muerte.
Hubo que esperar más de 200 años para que aquel manuscrito fuera rescatado del olvido gracias a la labor de Peter Hicks y Émilie Barthet. La novela Clisson et Eugénie fue publicada en 2007 por la editorial francesa Fayard y hoy cualquiera la puede leer. Yo aún no lo he hecho, así que la reseña queda pendiente.
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A mis 81 años, todavía, y muy reciente, me las estoy dando de escritor. Ley en alguna parte que N. Bonaparte, antes de Waterloo, dijo que había que cuidarse de los escritores y yo estoy viviendo una situación que me gustaría, ahora, usar como arma -para exponer y defender mi opinion- sobre un determinado asunto. Textualmente, o casi textualmente , que’ dijo Napoleon refiriéndose al escritor Chateaubriand? No tengo ahora el libro, Chateaubriand, de un autor del que ahora no recuerdo el nombre. Muchas gracias. Dagoberto, de Los Angeles, Chile. 969035518.
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Hola Dagoberto,
A mí también me gustaría saber eso. Tengo en casa un libro muy curioso que se llama ‘Dictionnaire des injures littéraires’. En él se recogen citas de escritores hablando mal de otros escritores, pero no he encontrado esa a la que usted se refiere.
Gracias por comentar en mi blog. Un placer.
Daniel
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