Un día cualquiera sales a la calle y tu vida cambia de rumbo de forma inesperada. La desgracia siempre está al acecho y aguarda el más mínimo paso en falso para arrastrarnos hacia la fatalidad.
No hay que dejarse engañar por el tono desenfadado y guasón de Emilio, narrador en primera persona de Cuervos blancos palomas negras (2020), de Antonio Guisado. No, porque detrás de sus chanzas se mueven los hilos de la tragedia.
Todo transcurre en Sevilla. Una noche como otra cualquiera en la que un grupo de amigos se encuentra y de forma improvisada se lanza a pasar una divertida velada. Entre copas y risas, algunos de ellos acabarán en un misterioso antro nocturno llamado La Cebolla.
¿Cómo imaginar que su paso por allí supondría un punto de inflexión en sus vidas?
Es una cita con el destino. En esta ocasión, un destino aciago. El propio Emilio lo reconoce describiéndose a sí mismo de este modo:
«Alguien a quien la fatalidad le torció la vida en un momento. Podría ser cualquiera de ustedes, piénsenlo».
Confieso que cuando empecé a leer esta novela pensé que me encontraría con la insulsa narración de una noche de parranda. ¡Cuánto me equivocaba! Muy pronto me encontré enganchado a un relato en el que la tensión va in crescendo y que no deja de sorprender al lector.

Y es que no hay nada previsible en esta historia. Eso tiene mucho mérito si tenemos en cuenta que, a diferencia de otras novelas del género, aquí se sabe desde el primer momento quién o quienes son los culpables del crimen y cuáles sus víctimas. Cada giro de la trama es una sorpresa. Y sin embargo, todo resulta muy creíble y, por eso mismo, inquietante. De hecho, más de una vez me detuve a pensar cuál sería mi propia reacción a cada una de las circunstancias que los protagonistas se ven obligados a afrontar… Fue como mirarse en un espejo que devuelve una imagen incómoda de uno mismo.
Más allá de la trama policíaca de la novela, en Cuervos blancos palomas negras hay una velada reflexión sobre la condición humana (que me corrija el autor si me equivoco). Esos valores absolutos del Bien y el Mal que todos creemos tener tan claros se tambalean a medida que pasamos las páginas.
«A estas alturas estoy convencido de que ni los cuervos son negros por completo, ni las palomas blancas inmaculadas. El gris es el color del hombre como especie».
Me gustaría contar más, pero temo destripar la historia, lo cual sería imperdonable porque merece la pena leerla (al final del post dejo los enlaces para hacerse con ella en Amazon).
Por último debo destacar uno de los grandes puntos a favor de la novela: el peculiar estilo del narrador, que entre chascarrillos, recuerdos, guiños y digresiones más o menos serias mantiene viva la atención del lector en todo momento, invitándole a vivir la historia y sumergirse en ella, rompiendo constantemente esa barrera invisible que hay entre el que escribe y el que lee:
«¿Me siguieron a su vez ustedes hasta aquí? Les felicito. tiene su mérito, gracias. Lo que viene ahora es lo que vinieron a buscar, al fin.»
A la espera de que Antonio Guisado nos sorprenda con un nuevo título, animo a los lectores de este humilde blog a disfrutar de esta buena y entretenida novela:
…
Si te ha gustado esta entrada no olvides hacer clic en Me Gusta. Y si quieres leer más reseñas tal vez te interese suscribirte a Un Humilde Lector. También puedes invitar a un café a este humilde lector a través de PayPal.
Por tu reseña, parece una novela interesante. Habrá que darle una oportunidad. A veces hay novelas de autores noveles cuya calidad que superan con creces a la de muchos escritores consagrados.
Me gustaLe gusta a 1 persona
En el caso de Antonio Guisado debo decir que hay talento de sobra.
Me gustaMe gusta
¿Existe La Cebolla en Sevilla? Me ha picado la curiosidad porque he vivido muchos años en esa ciudad y tengo muchos amig@s allí.
Me gustaMe gusta
Ni idea. Habría que preguntárselo al autor.
Me gustaMe gusta
Aunque valdría la pena averiguarlo, Tania. Parece un sitio interesante 🙂
Me gustaMe gusta
Me lo voy a descargar, tiene buena pinta. Cuando lo lea (tengo una lista enorme de lecturas para este verano) te diré qué tal.
Me gustaMe gusta
Hola Andrés,
Ya me contarás.
Un saludo.
Me gustaMe gusta