Leer La piel ajena, de Rafael de Mateo, ha sido una agradable sorpresa. No sólo me he encontrado con una novela ágil y bien escrita, sino que además ha resultado ser una lectura que ha logrado sorprenderme y mantenerme pegado a la historia hasta el final.

Parte de la sorpresa se la debo a mi torpeza al leer la sinopsis. Pensé que me las iba a ver con una novela negra (y desde luego esta lo es), sin sospechar el vuelco hacia el género de terror que me esperaba a medida que avanzaba en la lectura.

Los grandes protagonistas del relato son dos: por una parte Donovan, un detective de policía alcohólico y corrompido que figura en la nómina del alcalde, todavía más corrupto que él. En definitiva, un personaje que acumula muchos de los clichés del género.

Por otra parte está la misteriosa Cat, una joven perdida y drogadicta a la que Donovan se verá obligado a encontrar y quitar de en medio por encargo. Pero Cat no es una simple yonqui. La chica esconde un horrible secreto que no puedo desvelar aquí para no arruinar la trama. Quien quiera saber más, deberá leer La piel ajena. Y no se arrepentirá de hacerlo.

La pista de Cat deja un rastro de terribles asesinatos. Cadáveres imposibles, escenas de pesadilla. Hay algo monstruoso que Cat trata de aplacar consumiendo drogas y que Donovan perseguirá en un último intento de redimirse ante la vida.

Toda la historia está contada de una manera muy fluida, con capítulos certeros y buenos diálogos. Una estructura muy bien conseguida que revela un buen trabajo por parte del autor.

Es cierto que algunos de los personajes me han parecido un tanto arquetípicos, aunque hay que admitir una cierta dosis de lugares comunes es siempre necesaria para centrar la historia. ¿Acaso no recurren a esto también los autores consagrados? No puedo incluir en cambio en la categoría de «cliché» al escenario donde transcurre todo. La ciudad donde malviven Donovan y Cat es presentada como un mundo hostil, gris y deprimente. Un campo perfectamente abonado para que el mal prospere. Y así será: el Mal, con mayúscula, tomará un papel protagonista.

En La piel ajena hay mucho suspense, mucha acción y ciertos pasajes reservados a la reflexión. Todo muy bien trabado, con un resultado equilibrado. Pero sin duda lo mejor de todo, debo insistir, es el giro argumental sobrenatural que marca el rumbo de la novela. A veces esta clase de sorpresas pueden arruinar una buena historia. En este caso sucede lo contrario: la elevan unos peldaños convirtiéndola en una novela mejor.

Sé que esta es la opera prima de Rafael de Mateo, aunque intuyo que hay mucho oficio de escritor en este autor. Por mi parte, desde aquí le animo a seguir escribiendo. Y a los visitantes de este humilde blog, a hacerse con su novela en Amazon y disfrutar:

LA PIEL AJENA, Rafael de Mateo (Ediciones Atlantis)