LdM – Este no es el tipo de libro que suelo comentar en este blog, por eso me ha resultado difícil escribir una reseña. Ante todo, debo agradecer a la editorial y a los autores por hacérmelo llegar y espero que entiendan que mis impresiones son completamente subjetivas.
La verdad es que he encontrado cosas muy positivas en este singular texto, aunque también algunas que no me han gustado nada. Todo sea dicho con el máximo respeto (sé lo difícil que es escribir) y desde un ánimo absolutamente constructivo.
Halón el mensajero es una recopilación de conversaciones entre un humano y un Ser de Luz llamado Hermano Amatista, el cual se comunica con el primero desde el Otro lado del Velo. Estas charlas abordan los temas más diversos y profundos. A pesar de esto, no pretende ser un relato fantástico, todo lo contrario. Hay mucha espiritualidad y filosofía.
Al principio pensé que el personaje del Ser de Luz era solamente un recurso narrativo para expresar una idea, pero al avanzar en la lectura descubrí que los autores le dan la categoría de ser real. ¿Estaba ante uno de esos textos que llaman «libros revelados»? Debo confesar que eso me dejó un tanto estupefacto. Sin embargo, me seguía llamando la atención el uso del diálogo para llegar a determinar verdades o conclusiones. En eso consiste al fin y al cabo la mayéutica de Sócrates.
Como es habitual en los libros de autoayuda (y este en cierto modo lo es también), los conceptos e ideas se repiten de una forma machacona. Esto se hace intencionadamente para que el lector acabe reteniéndolos, aunque sólo sea por pura insistencia.
Los temas están presentados con una redacción impecable y clara. Este aspecto, junto al formato del diálogo, favorece mucho la lectura. Cosa distinta es el tratamiento que se le da a cada uno de ellos. Ninguno de los grandes temas que atañen al ser humano quedan fuera de las conversaciones de Halón el Mensajero, aunque todos se nos presentan pasados por el tamiz de la religión.
Personalmente, me resultó muy interesante el capítulo dedicado al libre albedrío. También las reflexiones acerca del perdón. Otras conversaciones en cambio no llegaron a suscitar en mí demasiado interés. Y es que no hay por qué estar de acuerdo con todo lo que se expone en esta obra, pero lo que es innegable es que en ella encontramos una permanente invitación a pensar. Y eso, en los tiempos que corren, ya es mucho.
Por eso invito a leer este libro con la mente ligera de prejuicios e ideas preconcebidas. Sólo así conseguiremos obtener provecho de su contenido. Habrá cosas que a algunos les van a dar risa, o les van a disgustar e incluso escandalizar, pero que sin embargo para otros pueden ser una valiosa enseñanza.
Si quieres disfrutar de esta lectura puedes descargar el libro en este enlace:
Hola Daniel,
No es el tipo de libros que me gustan, pero gracias por ofrecérnoslo. ¿Qué pasa con la novela negra? ¿No la tienes un poco olvidada?
Un saludo.
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Hola Noir,
Hay que leer un poco de todo 🙂
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