LdM – La salud es lo más importante en la vida. Cuando esta nos falta, el resto sirve de poco. Pero por mucho que esta sea una realidad incuestionable y bien conocida por todos, no siempre actuamos en consecuencia
Podría parecer que La vida te cobra la factura, de Isabel F. Manco Toro, es uno más de esos libros que nos recuerda la importancia de comer de forma equilibrada, realizar ejercicio y descansar bien para tener una vida larga y sana. Es cierto que de todo esto nos habla la autora, pero al mismo tiempo introduce algunos planteamientos diferentes. Incluso me atrevería decir que chocantes.
Uno de ellos es el del poder de nuestra propia mente como «generadora» de enfermedades. La preocupación y el estrés como objeto de estudio patológico:
«La preocupación es causa de enfermedad, hay personas que viven eternamente preocupadas y a veces por cosas inexistentes o por algo que nunca va a pasar».
De la misma manera que nuestra mente puede hacernos enfermar, también puede trabajar en sentido contrario y contribuir a sanarnos. No se trata de «magia» o de pseudociencia, pues es un hecho que se basa en estudios médicos.
Pero lo que más me ha llamado la atención sin duda de este libro es la propuesta de considerar a la enfermedad como algo positivo. Mejor dicho, la idea de sacar provecho de los aspectos buenos de algo intrínsecamente malo como es una dolencia física. Se puede estar enfermo, pero no derrotado. Aceptar la enfermedad y verla como una oportunidad de aprender más sobre la vida y sobe nosotros mismos es algo que yo, personalmente, nunca antes me había planteado.
«Una mente buena y madura mantiene en equilibrio todo su entorno».
Probablemente este sea el planteamiento más importante y arriesgado del libro de Isabel F. Manco Toro, lo que ella llama la «sabiduría de la enfermedad». Realmente interesante.
La autora nos habla desde el conocimiento que le da su experiencia como profesional de la medicina, ilustrando sus exposiciones con casos reales. Esto sin duda acerca al lector al mensaje del libro, como también lo hace el uso de un lenguaje sencillo, al alcance de cualquier profano como yo.
El mensaje es directo y claro, no exento de advertencias ni de reprimendas: la vida nos va a cobrar la factura de nuestros actos, nuestros excesos y nuestra falta de disciplina. Por otro lado, nunca es tarde para empezar a cambiar, corregir lo que no estamos haciendo bien y enderezar nuestro camino. En el libro hay algunas claves para conseguirlo.
Sinceramente, creo que La vida te cobra la factura es una lectura valiosa y útil para todo el mundo, pero sobre todo para personas que estén atravesando por una enfermedad especialmente grave. Un rayito de luz en la oscuridad.