TRES LUCES, Claire Keegan

Llegó a mis manos Tres Luces (2010), de Claire Keegan gracias a la iniciativa Masa Crítica de Babelio. Ha sido una bonita forma de descubrir esta pequeña joya literaria y el talento de esta magnífica autora irlandesa, hasta ahora desconocida para mí.

Esta novela corta está llena de intensidad, emoción y cruda belleza. La historia transcurre en la década de los 80, en la Irlanda rural. La protagonista es una niña que pasa un verano en casa de los Kinsella, amigos de la familia, a quienes sus padres la han confiado porque están esperando la llegada de un bebé. Una boca más que alimentar.

Los Kinsella reciben a la pequeña con mucho cariño y delicadeza. Ella encuentra allí el calor familiar que no tiene en casa, lo cual la reconforta y entristece a la vez. Poco a poco descubrirá que existe un secreto que John y Edna Kinsella esconden, una tragedia que todos conocen, pero de la que nadie quiere hablar.

—Sí, en esta casa no hay secretos.

—Donde hay secretos —dice—, hay vergüenza, y la vergüenza es algo de lo que podemos prescindir.

—Está bien —digo y respiro profundamente para no llorar.

La historia está narrada por la propia niña (cuyo nombre no se desvela), un punto de vista que confiere a la novela un tono íntimo, capturando así perfectamente la incertidumbre de no saber cómo será el futuro. De hecho, esa atmósfera se va espesando a media que nos acercamos al final, al último día de verano. El día del regreso a casa.

Keegan describe los suaves ritmos de la vida en el campo con una prosa pura y sencilla. Cada frase tiene el peso y el significado justo, dejando al lector hacer sus propias conexiones en los huecos que quedan entre pequeñas pistas y observaciones.

—No tienes que decir nada —dice—. Recuerda siempre que no hay que hablar de más. Muchos hombres han perdido mucho solo por haber dejado pasar una oportunidad perfecta de callarse.

Una de esas pistas está en la observación de los faros en la costa, durante las conversaciones entre John y la niña, la cual nos conduce al significado del título: Tres luces (el título en español, ya que en el original inglés la novela se llama Foster).

En definitiva, esta novela brevísima de Claire Keegan es una exquisitez que, a buen seguro, sabrán disfrutar los paladares delicados que frecuentan este blog.

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