
Esta es una reseña diferente a las que suelen aparecer en este blog porque está dedicada a un libro que todavía no ha sido publicado. Le agradezco a Diego Uribe, el autor, la amabilidad de enviármela y someterla a mi humilde juicio.
Rito de iniciación es una historia que, desde luego, nos ofrece una visión de Japón muy alejada de la imagen idílica de sociedad pulcra, ordenada y ejemplar que todos tenemos en mente. También es una trepidante aventura llena de escenas crudas e impactantes.
Akito, el protagonista, cuenta su vida en primera persona. Una existencia condenada a la marginación y a la violencia. Él y su hermana Umiko (la única persona por la que Akito es capaz de sentir algo bueno), han tenido la mala suerte de nacer en el seno de una familia desestructurada. Los recuerdos de su infancia se reducen a carencias afectivas y materiales, palizas y humillaciones. El desamparo más absoluto.
Abocado sin remedio a la marginalidad, Akito acepta su destino y elige el camino de la delincuencia. Sin ninguna compasión ni empatía hacia nadie, forma una banda de ladrones de poca monta con el objetivo final de poder ser admitido en alguna de las familias del crimen organizado que controlan Bukkaido. Para alcanzar esta meta, Akito está dispuesto a pagar el precio que sea.
Japón «negro»
El desarrollo de esta historia nos transporta a los bajos fondos de la sociedad nipona. Visitamos ambientes peligrosos y conocemos gente poco recomendable. Pese a la innegable abyección del protagonista, resulta imposible no conectar con él, sus vivencias y sus pensamientos. Unas veces sentimos lástima de él, le compadecemos por su sufrimiento y su soledad. En cambio, en otras muchas ocasiones nos produce aversión y repugnancia, aborrecemos su brutalidad y frialdad. Y todo el tiempo esperamos que llegue el momento de su redención.
Las audaces y siniestras aventuras de Akito nos mantienen pegados a las páginas de este libro, de principio a fin, gracias a un ritmo trepidante que apenas deja un respiro al lector.
Uno de los temas centrales de Rito de iniciación es cómo el entorno social y familiar de los primeros años de nuestras vidas marca nuestro futuro. No todo el mundo recibe buenas cartas al principio de la partida, pero elegir el «mal camino» es siempre una decisión personal. Akito lo hace conscientemente, mientras que su hermana escoge otra opción.
Pero sin duda lo más atractivo de este relato es descubrir los secretos de la Yakuza, la mafia japonesa: sus orígenes, sus peculiaridades (también en esto, en sus organizaciones criminales, Japón es diferente) y sobre todo sus brutales tradiciones y rituales, desde el significado de los tatuajes hasta las pruebas de iniciación que deben superar los aspirantes a entrar en sus familias. Una realidad sumamente interesante, pero también aterradora.
En definitiva, una entretenida novela con muchos atractivos que sin duda recomiendo y que espero ver pronto en las librerías.