oh jerusalen libro

OH, JERUSALÉN, Dominique Lapierre y Larry Collins

En estos días, por desgracia, el eterno conflicto árabe-israelí vive uno de sus momentos más duros. La guerra tiene su extensión en los medios de comunicación, tertulias y redes sociales. Campos de batalla llenos de gente que (al menos en España) opina sin tener ni idea, insistiendo en convencernos sin ningún rubor de quiénes son los «buenos» y quiénes los «malos».

Yo me confieso incapaz de opinar sobre este y muchos otros temas sin correr el riesgo de hacer el ridículo. Y eso que he intentado informarme sobre el asunto a través de muchos medios. Con ese espíritu fue con el que en su momento leí Oh, Jerusalén (1971), tal vez la mejor obra producida por el tándem Lapierre-Collins.

A caballo entre el reportaje periodístico y la ficción novelada, este libro explica el nacimiento del estado de Israel en el año 1948. De hecho, la narración se inicia con la ajustada votación en la sede de la ONU en Nueva York en la que se aprobó el Plan de Partición de los Territorios Palestinos.

Los autores caminan de puntillas sobre esta temática espinosa, tratando de ceñirse a los hechos más que a las emociones. De forma muy amena, explican el contexto histórico en el que se desarrolla todo: el mundo tras la II Guerra Mundial, con la sombra negra del Holocausto. También se repasa de forma muy sucinta la historia del sionismo, sin obviar el cuestionable papel de los británicos como potencia descolonizadora.

Tras la independencia, la guerra

Sin renunciar a la crudeza del relato, Lapierre y Collins se sumergen después en los episodios más terribles de la guerra que inevitablemente siguió a la resolución de las Naciones Unidas. Más que un enfrentamiento bélico, lo que se produce es una demencial sucesión de atentados y ataques a la población civil perpetrados tanto por la Haganá (el ejército israelí como hoy lo conocemos aún no existía) como por las fuerzas armadas de la Liga Árabe y otras organizaciones paramilitares.

Hay algo de épica en la victoria israelí. Una evocación al mito de David y Goliat. Sus enemigos eran inmensamente más numerosos, pero no pudieron doblegar su voluntad. Una voluntad impuesta por las armas y con una resistencia fanática.

«Los árabes están por todos lados, dijo. Hay miles de ellos. Ennegrecen las colinas».

También queda bien reflejado el drama de los palestinos expulsados, así como la poco generosa actitud de sus vecinos y supuestamente hermanos sirios y egipcios, poco dispuestos a acogerlos después de la derrota.

La crónica es apasionante y desgarradora, pero el buen hacer de los autores consigue que, a pesar del horror, la lectura sea enriquecedora. Es cierto que el sesgo de cada lector será clave para interpretar los sucesos narrados en Oh, Jerusalén, pero es difícil encontrar rasgos tendenciosos. Al menos yo no pude hacerlo. Y eso que, como todo el mundo, también cargo con mis propios prejuicios.

A modo de conclusión, yo diría que este es un libro con el que se pueden aprender muchas cosas sobre los orígenes de este conflicto que parece interminable, pero no para encontrar esas respuestas absolutas que, tal vez ingenuamente, buscamos. Entonces, ¿vale la pena leerlo? ¡Sin duda!

6 comentarios en “OH, JERUSALÉN, Dominique Lapierre y Larry Collins

  1. Hubo una época que leí bastante a Lapierre. Me gustaba su estilo, ameno y fluido. El libro que hoy traes viene que ni pintiparado por el tremendo conflicto que se vive en Oriente Medio. Si además, como dices, en él no hay mucha dosis de tendenciosidad, entiendo que en este momento su lectura es casi casi imprescindible.
    Un abrazo

    Le gusta a 1 persona

    1. Hola Juan Carlos.
      Sí, lamentablemente es un tema que está de moda. Creo sinceramente que el libro está escrito con mucha objetividad, pero como digo en el post, puede que esa impresión sea distinta dependiendo de quién sea el lector. Si tienes la oportunidad de leerlo, me encantaría leer tus impresiones.
      Un saludo,
      Daniel

      Me gusta

  2. Te felicito, el artículo más razonable que he visto estos días sobre el tema, lo de las televisiones en España ( del resto no puedo opinar, no conozco lo suficiente) es de traca y el nivel de los comentaristas cada vez más bajo y voces de su amo. Mira que es libro lo tenía en mente pero visto tu post será unos de los próximos en caer.

    Saludos!!

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario