MAL DE ALTURA, Jon Krakauer

Mal de Altura

Entre el 10 y el 11 de mayo de 1996 se produjo en el Everest una de las mayores tragedias de la historia del alpinismo. Un desastre que se saldó con ocho fallecidos y que puso en tela de juicio el lucrativo negocio de las empresas de escalada que guían a los clientes sin experiencia a la cumbre de la montaña más alta del mundo. Jon Krakauer fue uno de los supervivientes y contó su experiencia en este libro (que forma parte de la selección de libros de montaña que hacen en AlmaOutdoor), titulado Into thin Air, traducido al español con el nombre de Mal de altura (1997).

Krakauer, escritor y alpinista curtido, aunque inexperto en las grandes cumbres del Himalaya, fue enviado como corresponsal especial de la revista Outside en la expedición organizada por la empresa Adventure Consultants, dirigida por el neozelandés Rob Hall.

El panorama que dibuja en este libro destroza la imagen romántica y heroica del alpinismo. El dinero lo ha corrompido todo y las faldas del Everest se han convertido en un gran estercolero (las expediciones reciben ayudas económicas a cambio de «limpiar» la zona), cientos de turistas con alto poder adquisitivo pero escasos conocimientos de montaña cada año son llevados, cuando no arrastrados, por los guías y los esforzados sherpas hasta la cima. Hay prisas, contratos firmados y mucho dinero en juego, por eso se toman riesgos innecesarios y se pone en juego las vidas de unos y otros. El propio Krakauer lo reconoce:

«La verdad es que yo sabía todo esto, pero de todos modos fui al Everest. Y al hacerlo, fui en parte responsable de la muerte de algunas personas buenas. Eso es algo que permanecerá en mi conciencia durante mucho tiempo.»

jon-krakauer-everest
Jon Krakauer

Mal de altura es un libro testimonial, pero en cierto modo también una denuncia. Y, sin duda, un acto de contrición por parte del autor:

«Varios autores y editores que respeto me aconsejaron que no escribiera el libro tan rápido como lo hice; me instaron a esperar dos o tres años y poner así distancia entre mí y la expedición para obtener una perspectiva mejor. Era un buen consejo, pero finalmente lo ignoré, sobre todo porque lo que sucedió en la montaña me corroe las entrañas. Pensé que escribir el libro podría eliminar al Everest de mi vida. Por supuesto, no lo ha hecho.»

La tragedia

Quien quiera pasar un rato divertido tendrá suficiente con sentarse a ver la película Everest (2015), basada en el libro. Pero quien quiera conocer los detalles, las causas y las consecuencias de convertir la peligrosa ascensión al techo del mundo en una feria, debe leer Mal de altura.

Krakauer describe con crudeza el insoportable desgaste físico y mental que se cobra la montaña. La agotadora ascensión sobre el hielo, el peligro constante de las avalanchas y las traicioneras grietas de los glaciares, los problemas intestinales y las terribles jaquecas provocadas por la hipoxia, o falta de oxígeno a grandes alturas, los abrasadores rayos del sol quemando la piel y los ojos de los montañeros…

Pero eso no es lo peor. Lo verdaderamente peligroso es cuando el cerebro, privado de oxígeno, pierde la capacidad de pensar con claridad.

El 10 de mayo de 1996 varias expediciones se hallaban en las inmediaciones de los campos III y IV para acometer su asalto a la cumbre. La montaña estaba literalmente abarrotada, tanto que los escaladores tuvieron que esperar su turno cerca de la cumbre mientras el oxígeno embotellado disminuía por minutos. Por la tarde, a la hora en la que todos debían estar ya descansando en sus tiendas, muchos todavía estaban llegando a la cima o iniciando el descenso. Y entonces, una terrible tormenta se abatió sobre ellos.

Mal de altura
La expedición de Adventure Consultants al Everest de 1996. Cuatro de sus integrantes, incluido el jefe Rob Hall (barba y gorra blanca), perderían la vida cerca de la cima.

La lectura de Mal de altura, especialmente los capítulos finales, parecen confirmar que Krakauer escribió este libro con la única intención de saldar cuentas consigo mismo (se reprocha lo que pudo haber hecho para ayudar y no hizo) y también con sus infortunados compañeros.

Es también un libro que consigue emocionar. Las escenas de los montañeros perdidos en la nieve, azotados por una ventisca infernal, exhaustos y muertos de miedo, son sencillamente terroríficas. En esas terribles circunstancias aflora el egoísmo y el instinto de supervivencia de cada uno, la solidaridad de la montaña desaparece y prevalece el «sálvese quien pueda».

«Estábamos demasiado cansados para ayudar. Cuando estás por encima de los 8.000 metros, la moralidad es algo que no te puedes permitir».

Y aún así, hay momentos de generosidad y heroísmo, virtudes que también son muy humanas y que se deben resaltar tanto o más que las otras. Por ejemplo, cuando algunos de los que han conseguido llegar al campamento IV, el primero desde la cima, sacan fuerzas de flaqueza para ponerse en pie y organizan un grupo de rescate para intentar salvar la vida de los que se han perdido en la tormenta y yacen delirantes sobre la nieve esperando la muerte. Para algunos, la ayuda llegará demasiado tarde.

Mal de altura es una narración muy dura y realista, con una tensión que va creciendo página a página y donde los presagios del desastre inexorable se muestran poco a poco. Una historia que hay que conocer.

Si te ha gustado esta entrada no olvides hacer clic en Me Gusta. Y si quieres leer más reseñas tal vez te interese suscribirte a Un Humilde Lector.

8 comentarios en “MAL DE ALTURA, Jon Krakauer

  1. Es verdad, más bien es todo lo contrario. SI alguien tenía una imagen del alpinismo como algo romántico y heroico, después de leer esto se le va a caer el mito.

    Me gusta

  2. Hola, Daniel! Aunque el libro es interesante, es notable destacar que lo escribió precisamente un turista de altura, Krakauer, que se encontraba ahí como miembro de una expedición comercial, es decir, pagando para que otros hicieran el trabajo duro arriesgando su vida por tal de que él pudiera tener opciones a cima. Es paradójica la crítica que hace teniendo en cuenta que él es parte responsable del problema.

    Sobre ese mismo suceso recomiendo encarecidamente leer Everest 1996 de Anatoli Boukreev, uno de los protagonistas de esa jornada, amén de uno de los alpinistas más fuertes que jamás ha vivido, y que se vio terriblemente afectado por el relato negativo que hizo de él Krakauer. Relato en el que además, Krakauer omite parte de la historia y la tergiversa a su conveniencia, como más tarde se supo y él mismo admitió.

    En cualquier caso, tu reseña sobre el libro es muy buena, muy completa y seguiré de cerca tu blog! Sólo quería puntualizar porque, como a cualquier alpinista, la sola mención de Krakauer me pone de mal humor… Boukreev nunca se recuperó de lo que se dijo de él y murió al año siguiente con su nombre para siempre manchado por alguien que no fue capaz de ayudarse siquiera a sí mismo en ese fatídico día y que hizo negocio con ello a base de contar mentiras.

    Y desde luego, el alpinismo no es ni romántico ni heroico. De nuevo, sólo puedo recomendar leer a auténticos alpinistas para corroborarlo (Boukreev, Messner, Kurtyka, Iñaki Ochoa…).

    Le gusta a 1 persona

    1. Hola Enric,

      Muchas gracias por tu comentario.

      La verdad es que no es la primera vez que leo críticas negativas sobre Krakauer. Lo más suave que he oído decir de él es que es un oportunista. En cualquier caso, el éxito de su libro sí tuvo algunas consecuencias positivas: descubrir al mundo cómo la peligrosa ascensión a la montaña del mundo se había convertido en una especie de circo (un circo en el que, como bien dices, él mismo participó).

      Es cierto que uno de los personajes que aparecen peor retratados en Mal de Altura es el de Anatoli Boukreev. Sería interesante conocer su versión de los hechos, aunque el libro donde lo cuenta no está traducido al castellano, creo.

      Te agradezco tus recomendaciones. Tengo ganas de leer algo de Messner. Espero volver a encontrarte por mi blog.
      Un saludo!

      Le gusta a 1 persona

  3. Hola, Daniel,

    Ciertamente, la palabra que usas para describir el Everest es la correcta: circo. En eso tienes razón, aunque como alpinista no puedo más que lamentar que esa sea la realidad actual. El libro de Boukreev se encuentra traducido al español y editado por Desnivel (te dejo el link al final del mensaje), aunque evidentemente la calidad literaria del mismo está lejos de la de Krakauer. Aún así, como documento es sencillamente impresionante. Los kazajos y en general todos los alpinistas de la antigua URSS son gente de otra pasta, acostumbrados a escalar «sin cuartel».

    Un saludo, y ten por seguro que iré siguiendo tus recomendaciones 🙂

    https://www.libreriadesnivel.com/libros/everest-1996/9788498293210/

    Le gusta a 1 persona

  4. Al termino de la lectura salta una analogía. El alpinismo es sinónimo de altruista. Sin embargo el escritor con lleva al peligro sin conocimiento y el pecado más grande que que leí que el mismo escritor era parte del crimen . Resultado fama a cualquier costa …………..? Moraleja la fama no siembre es victoria. Reflexión salvar almas es victoria más allá que un simple fama terrenal .

    Le gusta a 1 persona

    1. Hola Luisa,
      La verdad es que he leído muchas opiniones de gente del alpinismo acerca de Krakauer, y no son precisamente positivas. Gracias por tu reflexión.
      Un saludo,
      Daniel

      Me gusta

Deja un comentario