Tremenda y angustiosa novela que arrastra al lector desde el más cruel de los dramas humanos (la muerte de un hijo) hasta una misteriosa aventura en la que la narración discurre sobre el delgado filo que separa los géneros de misterio y terror.

Las corrientes oceánicas (2006), de Félix J. Palma es una lectura apasionante que te atrapa desde el primer momento y que sólo puedo recomendar a todo el mundo.

El libro empieza de una forma abrupta con la muerte de Sergio, de tan sólo 7 años, después de que el autobús en el que iba de excursión con sus compañeros de clase se despeñe por un acantilado.

«Casi no tuvo tiempo de ser, porque murió a los siete años, convirtiendo en un acertijo el propósito de su existencia».

El dolor acaba rompiendo los últimos lazos que existían entre los padres, Alberto y Salomé. Él, protagonista de la novela y voz narradora, se nos muestra como un hombre destrozado que lo ha perdido todo y al que nada le importa. Incapaz de seguir soportando tanto sufrimiento, decide morir.

«Qué me importaba, si conmigo moriría el tiempo».

Dándole vueltas al asunto de quitarse la vida, Alberto realiza un interesante repaso de algunos de los escritores suicidas más famosos, citando algunos de los que mencioné en esta entrada. Sin embargo, antes de poner el punto final a su odiosa existencia,  se impone a sí mismo una misión que raya en lo absurdo: encontrar la pieza perdida de un puzzle que estuvo armando con su hijo días antes del accidente y que no pudo llegar a completar.

No puedo contar más sin incurrir en spoilers no deseados.

Hay claramente dos partes en la novela: la primera es más intimista y reflexiva, pero está escrita de una forma tan eficaz y virtuosa que la historia no cae jamás en la monotonía, sino todo lo contrario.

En mi opinión esta parte es una narración perfecta que consiguió hacerme empatizar de una manera inusitada con el atormentado personaje de Alberto Ballesta. Tal vez mi condición de papá jugara un papel importante en esta percepción.

La segunda parte podría ser descrita como una historia de acción y misterio, con algunos toques de fantasía y puro terror. El relato da un vuelco inesperado que precipita los acontecimientos para desembocar en un final por todo lo alto. Un desenlace que difícilmente pude llegar a imaginar cuando leía las primeras páginas de Las corrientes oceánicas.

En cuanto al significado del título, éste hace referencia a lo que en alguna ocasión todos hemos sentido: que hay una especie de corriente invisible que nos arrastra y dirige nuestro destino en una determinada dirección, sin que nosotros no podamos hacer mucho por cambiarlo.

«Esa fuerza que parecía impulsarme sin que yo supiese hacia dónde, como un iceberg empujado por las corrientes oceánicas».

Además de la originalidad de la historia, el otro atractivo incuestionable de esta gran novela es el estilo narrativo de Félix J. Palma, elegante pero no engolado, una especie de danza hipnótica que atrapa a sus lectores y no los libera hasta después de muchas horas, tal vez días, de haber concluido la novela. A mí me pasó.

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