TEUTOBURGO, Valerio Massimo Manfredi

Teutoburgo

Las analogías históricas son siempre inexactas y poco rigurosas, pero nos ayudan a entender algunos sucesos en su verdadera dimensión. Así que sin el menor empacho por mi parte voy a recurrir a una de ellas para hablar de este libro.

La derrota de Teutoburgo, en el año 9 d.C., supuso una dolorosa humillación para Roma y causó una terrible conmoción en todo el imperio. Algo parecido a los atentados del 11-S en Nueva York.

También en esa ocasión el artífice de la matanza fue un bárbaro romanizado que, a la hora de la verdad, decidió cambiar de bando y valerse del engaño para cometer una masacre. Ese hombre, Arminio, sería pues el equivalente al Osama Bin Laden del 11-S.

Este tremendo episodio de la Roma imperial, acaecido en la recta final del reinado de Octavio Augusto, es narrado por el italiano Valerio Massimo Manfredi en su novela Teutoburgo (2016).

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Armin y Wulf

Los dos hermanos, hijos del jefe de la tribu de los queruscos, más allá de la frontera del Rin, son apresados y conducidos a Roma en calidad de rehenes. Allí, bajo la protección el emperador, serán educados para vivir y pensar como verdaderos romanos.

Wulf queda fascinado por el poder de Roma, su grandeza y su idea del mundo. Tanto es así que incluso cambiará su nombre por el de Flavus.

«La ciudad será el estado y el estado será el mundo.»

En cambio en Armin, ahora Arminio, esa conversión sólo se producirá en apariencia. Con el paso de los años acabará ostentando un puesto de responsabilidad en el ejército que vigila las fronteras de Roma con Germania. Y entonces pondrá en marcha su terrible plan.

La narración se divide en dos partes bien definidas: la primera muestra la vida de los hermanos en Roma (intrigas palaciegas incluidas) y su proceso de romanización; la segunda abarca desde el retorno de Arminio a sus raíces germanas, su traición, la batalla y las consecuencias.

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Valerio Massimo Manfredi

Lo que falla en la novela es precisamente la transición entre las dos partes. Manfredi no está muy fino explicando las verdaderas razones que impulsan a Arminio a tender la trampa a Quintilio Varo y perpetrar la masacre de tres legiones enteras (cerca de 20.000 hombres) en el bosque de Teutoburgo. Y si las explica son poco creíbles. Vaya en descargo del autor que tampoco los historiadores tienen este extremo muy claro, pero al menos él podía recurrir a la licencia literaria.

Sin ser un experto en la materia, los pormenores de la batalla (aunque sería más apropiado llamarla carnicería) parecen estar mejor trabajados, así como las explicaciones sobre las consecuencias del desastre, donde no podía faltar la histórica frase de Octavio Augusto, lamentando la derrota:

«¡Varo, devuélveme mis legiones!»

Tampoco queda claro en la novela si Arminio es un héroe o un villano. La historiografía romántica alemana del siglo XIX lo ensalzó como el primer gran campeón alemán de la historia: Hermann. Sin embargo, a la luz de los hechos su comportamiento fue claramente el de un traidor. Pero mi opinión no vale, ya que yo siempre estuve del bando de los romanos, ¡incluso en los cómics de Astérix!

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Hermannsdenkmal, el monumento a Arminio ubicado cerca de Detmold (Alemania), cerca de donde tuvo lugar la batalla de Teutoburgo.

En resumen, un estremecedor capítulo de la historia de Roma al que Manfredi no acaba de exprimir todo el jugo. Me queda por comprobar si Artur Balder, en su saga de Teutoburgo (El último querusco, Liberator Germaniae, La batalla del destino y Crepúsculo de los ases), obtiene mejores resultados. Me han dicho por ahí que sí.

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3 comentarios en “TEUTOBURGO, Valerio Massimo Manfredi

    1. En esta novela he detectado un pequeño anacronismo, pues en la finca de un romano hay un pavo paseándose… ¿Un pavo en el imperio romano? Tal vez sea otro tipo de ave y se trate de un error de traducción, no sé.

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