EL AMOR MOLESTO, Elena Ferrante

5116Dd1fktLLa escritora superventas italiana Elena Ferrante (cuya verdadera identidad fue hecha pública, muy a su pesar, hace un par de años) inició su exitosa carrera literaria con El amor molesto (1992).

Esta obra forma parte de una trilogía junto a Los días del abandono (2002) y La hija oscura (2006), publicada por la editorial Lumen en español en un único volumen  bajo el título «Crónicas del desamor».

El inicio de la novela es de lo más sugerente, aunque tal vez promete al lector mucho más de lo que después le va a ofrecer:

«Mi madre se ahogó la noche del 23 de mayo, día de mi cumpleaños, en el trecho de mar frente a la localidad que llaman Spaccavento».

La fallecida es Amalia. Su hija, Delia, viaja desde Roma hasta Nápoles para asistir al funeral y averiguar las circunstancias de la muerte de su madre, con la que siempre había mantenido una relación difícil. Este viaje será también un regreso a los días de su infancia, llena por cierto de recuerdos desagradables.

«La infancia es una fábrica de mentiras que perduran imperfectamente».

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El Nápoles de los años 50, donde transcurre la infancia de Delia.

Entre esos recuerdos están presentes dos figuras masculinas del pasado: por una parte el padre, un tipo tiránico, celoso y maltratador que se gana la vida pintando óleos, y por otra Caserta, su agente, que al parecer habría mantenido una enigmática relación amorosa con Amalia. Ambos hombres aparecen ya convertidos en dos tristes caricaturas de lo que un día fueron:

«Yo todavía no lo sabía, pero también experimentaría que la vejez es un animal horrendo y feroz».

Todo esto está se explica en la novela a pequeños bocados y de manera un tanto espesa. Probablemente la intención de Ferrante era que el ritmo de la lectura se acompasara con el de la atmósfera cargada y opresiva de las calles napolitanas. Desde luego, El amor molesto no es la mejor propaganda a la que podría recurrir una agencia de viajes para vendernos una escapada a esta ciudad del sur de Italia.

 

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Fotograma de L’amore molesto (1995), adaptación cinematográfica de la novela.

Sobre todo para una mujer. Yo quiero pensar que el retrato que hace la autora de los hombres napolitanos es una exageración, o al menos una visión muy particular de la protagonista.

En El amor molesto los hombres son representados como fieras que lanzan todo tipo de obscenidades a cualquier chica que pasa sola por la calle, que rodean y acosan a las mujeres en el metro o el autobús y que, por supuesto, sólo ven en ellas a simples objetos con los que saciar su lujuria y poco más. Un mundo insoportable para cualquier mujer.

Y es que Elena Ferrante es una escritora «con perspectiva de género», con todo lo bueno y malo que eso conlleva. También es conocida por su afición a escribir sobre ambientes sórdidos y relaciones turbias. Y en esta disección los hombres no salimos precisamente muy bien parados.

Leyendo esta novela experimenté dos sensaciones contrapuestas: por una parte la tensión de la historia y los paseos visuales por Nápoles me mantuvieron pegado a las páginas hasta el final, pero por otra parte me produjeron cierto rechazo la violencia contenida de todos los personajes y hostilidad del escenario donde todo sucede. Dejémoslo en empate.

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2 comentarios en “EL AMOR MOLESTO, Elena Ferrante

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