Si el propósito de esta colección de relatos es, como anuncia el título, perturbar al lector, sin duda el objetivo se cumple con creces. Temblor y otros cuentos perturbadores (2021), de J. Mordel, es una lectura que nos mantiene sumidos en una sensación permanente de desasosiego, pero al mismo tiempo atrapados por el magnetismo que emana cada una de las historias.

Algunos de estos relatos nos cogen por las solapas y nos obligan a reflexionar sobre temas que generalmente evitamos, ya sea porque nos repelen o bien porque nos abruman. A mirar hacia esos abismos que tanto nos incomodan.

En el apartado estético, hay que destacar esa magnífica portada, diseñada a partir de un dibujo de Andreas Vesalius. Por otra parte, el estilo narrativo de J. Mordel resulta tiempo brutalmente directo, si bien a veces un tanto artificioso.

No me atrevería a afirmar que se trata de literatura de terror, pues es una etiqueta demasiado concreta. En esta obra hay más temas, una ambición mayor. Obviamente, la intensidad de cada uno de los cuentos es diferente, los hay buenos y otros no tan buenos. Estas son mis impresiones de cada uno de ellos:

El primer relato es HISTORIA CONTADA POR UN VAGABUNDO, un curioso monólogo teatral en el que un vagabundo borrachín repasa la historia del universo, desde el Big Bang hasta nuestros días. Su capacidad de síntesis es digna de elogio, pero aún lo es más su habilidad para hacernos mirar la evolución de la humanidad y su pensamiento desde un punto de vista algo distinto al habitual. Nos presenta a la ciencia como el gran invento humano para entender el mundo, si es que hay algo que entender en él.

En EL LUGAR DE LOS DESEOS se pueden percibir algunos guiños lovecraftianos. No sólo eso: en algunos momentos me recordó a El Aleph, de Borges. Aunque puede que me equivoque. El argumento está lleno de elementos clásicos de las novelas de misterio: la casa de un pariente misterioso, la curiosidad de un niño, una puerta cerrada, un secreto esperando a ser descubierto… Por otra parte, EL MENSAJE nos plantea una historia oscura, lujuriosa, fascinante y terrible que arranca a partir de una extraña invitación a la que ninguno de nosotros acudiría. Pero el protagonista de este relato es una persona diferente.

El siguiente relato, ESTÚPIDAMENTE REAL, consiguió sorprenderme por completo, con un final de esos que te hace dar un respingo de la silla. Su protagonista es un personaje simple y anodino, mucho menos complejo que el que se nos presenta en MORFEO ETERNO. Sin embargo, ambos comparten la realidad de una vida vacía condenada de uno u otro modo a un desenlace trágico. Ambas historias conforman una peculiar y desesperanzadora oda al nihilismo.

TEMBLOR es el relato que da nombre al libro, una compleja comunicación epistolar de un atormentado escritor consigo mismo. Esta es la historia que menos me ha llegado de cuantas conforman el presente volumen, aunque probablemente se trate de una mera cuestión de gustos.

En cambio, los dos cuentos finales son de esos que no dejan indiferente a nadie. El protagonista de SUPERLUNA nos espanta por su crueldad y amoralidad, actuando en un aterrador escenario apocalíptico. Finalmente, IGOR es una fantasía que actúa como bálsamo reparador para los horrores y pesadas reflexiones leídas hasta aquí. Bien elegido como punto final de esta obra.